La implementación de mejoras es una práctica que se realizaba inicialmente sólo en el área de producción de las empresas, pero actualmente tiene oportunidad en la parte administrativa.

El objetivo independientemente del área es uno: reducir tiempos y costos en las operaciones. Una mejora no distingue el tamaño del proceso en el que se implementará, es decir, las mejoras no tienen que ser exclusivamente para los procesos claves de la empresa, también pueden llevarse a cabo en actividades que se realizan en piso de ventas. Cualquier iniciativa que implique la reducción de tiempos y costos aumentando la productividad puede considerarse una mejora.

Las herramientas tecnológicas apoyan en este sentido, ya que así como todo un proceso en el área de producción puede ser sustituido o migrar de lo manual a sistematizado, el hecho de caminar de una oficina al centro de impresiones puede llegar a ser innecesario si se establece un sistema de archivos en La Nube y una política de no impresión.

Cada empresa necesita colaboradores (generalmente ingenieros) que sean capaces de ubicar estas áreas de oportunidad y rediseñar los procesos e implementarlos.

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